
(Imagen Filmaffinity)
El GRAN CARNAVAL, Ace in the hole, Billy Wilder, 1951
En 1951 Billy Wilder ya era conocido por Perdición y Sunset Boulevard, la Academia lo había nominado al Óscar varias veces, ganándolo en tres ocasiones. A pesar de todos esos triunfos, su magnífica carrera no había hecho más que empezar, ya que aún le quedaban numerosos ases en la manga para convertirse en el mejor cineasta de la historia, uno de ellos El gran carnaval.
CRÍTICA AL PERIODISMO SENSACIONALISTA
Chuck Tatum (Kirk Douglas), es un periodista en horas bajas que busca la noticia que lo catapulte a la primera plana. Mientras trabaja para un periódico de tercera fila en Albuquerque, un hombre de la zona queda atrapado en una cueva y Tatum encuentra el modo de convertir su tragedia y posterior rescate en noticia de interés nacional. Para lograrlo no duda en manipular a la esposa de la víctima, sobornar a las autoridades, mentir al público y lo que haga falta.
Quizás en 1951 el mundo no estaba preparado para recibir una obra tan cínica y descarnada como El gran carnaval. Pero a día de hoy poco ha cambiado el panorama, la película mete el dedo en la llaga del periodismo sensacionalista, y por extensión critica a quien le presta atención, al pueblo norteamericano, al espectador, a vosotros y a mí.
CHUCK TATUM EL PROTAGONISTA VILLANO
El gran carnaval no es uno de los títulos más conocidos de Billy Wilder a pesar de encontrarse a la altura de sus grandes obras maestras. Tampoco es uno de los primeros filmes que se tienen en cuenta al repasar la carrera de Kirk Douglas, aunque el retorcido Chuck Tatum sea uno de sus mejores papeles. No se trata de un héroe, ni de un rol concebido para ganarse a la audiencia, sino más bien del villano de la función y nadie mejor que Douglas para dotarlo de esa energía y ansia de triunfo, que es como una corriente que traspasa la pantalla llegando al espectador.