
CANTANDO BAJO LA LLUVIA, Singin’ in the rain, Gene Kelly & Stanley Donen, 1952
El tandem formado por Gene Kelly y Stanley Donen se conoció trabajando en Broadway. A base de desparpajo fueron haciéndose un hueco en los musicales del Hollywood de los años 40, y después de muchas horas de vuelo, la Metro-Goldwyn- Mayer les dio la oportunidad de demostrar su indiscutible talento coregrafiando sus propias películas.
Singin’in the rain
Cuando el productor Arthur Freed los eligió para dirigir Cantando bajo la lluvia, el dúo estaba en su mejor momento.
El punto de partida es la historia de Don Lockwood (Kelly) y Lina Lamont (Jean Hagen), dos estrellas del cine mudo que deben adaptarse al sonoro. Aliñando la trama con canciones inolvidables, compuestas por el propio Arthur Freed y Nacio Herb Brown, como Good morning, Moses y la famosa Singin’in the rain, dos currantes como Donen y Kelly sacan petróleo haciendo lo que mejor se les da. Bailar.
Tiempos difíciles para Debbie Reynolds y Donald O’Connor
Para interpretar a la coprotagonista eligieron a una novata, Debbie Reynolds (para situarnos, la madre de la princesa Leia de Star Wars). No sabía cantar ni bailar, así que la decisión no agradó a Kelly. Supongo que sólo seria pecado venial no estar a la altura del maestro, pero su penitencia fue afrontar agotadores ensayos fuera de cámara.
Tampoco Donald O’Connor lo tuvo fácil para impresionar a los directores, pero lo consiguió con su asombroso numero Make’ Em Laugh, en el que se convierte en un muñeco de goma precursor del parkour.
Cantando bajo la lluvia es la vacuna perfecta para alérgicos al musical. Os rendiréis ante un estupendo guión que funcionaría por sí sólo, servido con extra de números musicales que inyectan energía en vena y rebosan inteligencia, frescura y buen rollo.
Un multivitamínico imprescindible.
(Foto: www.bfi.org.uk)