
FORREST GUMP, Robert Zemeckis, 1994
La poderosa secuencia inicial de una pluma acunada por el viento, nos adelanta de forma metafórica lo que le ocurrirá al protagonista a lo largo de la película. Forrest Gump (Tom Hanks) es un personaje curioso, al que el destino zarandeará de un lado para otro, sacudido por los turbulentos acontecimientos de la historia de Estados Unidos de la segunda mitad del siglo XX.
FORREST GUMP, TOZUDA COHERENCIA
Forrest es el tipo de persona al que su madre define como “especial”, y otros menos comprensivos como el “tonto del pueblo”. Sin embargo, hay una pureza en sus planteamientos vitales, que acaba ganándose el afecto y la admiración del espectador.
Forrest no se complica la vida. Su máxima es tan sencilla como difícil de llevar a cabo, simplemente hace lo que dice que va a hacer, ya sea ir a Vietnam, pescar gambas, correr hasta el agotamiento, o seguir enamorado de Jenny (Robin Wright), el amor de su vida.
Sin embarcarse en grandes empresas, y armado de esa tozuda coherencia marca de la casa, va conquistando un éxito que no olvida compartir con los que le rodean. Personajes, a priori más preparados para la vida, como el Teniente Dan (Gary Sinise), a los que Forrest logra salvar de sí mismos.
TOM HANKS REENCARNADO EN FORREST GUMP
Después de ver a Tom Hanks interpretando a Forrest y ganando el Óscar , os parecerá imposible que cualquier otro pueda hacerlo mejor, pero debéis saber que la primera opción para el papel era… John Travolta.
En fin, no sé si os quedáis con ganas de ver el resultado. Lo que sí es cierto es que esta película nos regala un personaje inolvidable que da lecciones de vida a todos los listillos que le rodean. Y cómo no, a vosotros y a mí.
(Foto: paramountchannel.la)