
(Imagen: bfi.org.uk)
CAUTIVOS DEL MAL, The bad and the beautiful, Vincente Minnelli, 1952
Cautivos del mal es un clásico del metacine, dirigido por el versátil Vincente Minnelli. Un filme, que le dio su segunda nominación al Óscar a esa fuerza de la naturaleza llamada Kirk Douglas. Y también un gran papel envuelto para regalo, en la primera etapa de una carrera llena de grandes papeles. En cuanto conozcáis a Jonathan Shields, jamás lo olvidaréis.
KIRK DOUGLAS, PRODUCTOR DE HOLLYWOOD
Shields (Kirk Douglas), es un productor de cine hecho a sí mismo, que va ganando importancia dentro del universo Hollywood . Dotado de una personalidad arrolladora, siempre consigue sacar lo mejor de todo aquel que le acompaña en sus proyectos. Un protagonista estelar alrededor del que gira el excelente guión de Charles Schnee.
Para desgranar la controvertida figura de Jonathan Shields, se reúnen tres personajes arquetípicos de la industria del cine: Un director (Barry Sullivan). Una actriz (Lana Turner). Y un guionista (Dick Powell). Todos ellos, conocieron a Shields en el pasado, y son enemigos acérrimos del productor, con quien han jurado no volver a trabajar.
CAUTIVOS DEL MAL Y SUS ACTRICES
Cautivos del mal no sería el gran clásico que es hoy, sin Kirk Douglas y su soberbio trabajo construyendo un personaje carismático, adictivo, y tan entregado a su carrera, como volátil con sus colaboradores.
Pero también hay que destacar a dos actrices que dan brillo a esta producción. Lana Turner, como Georgia Lorrison. Ella aporta todo su glamour de estrella del cine clásico. Y Gloria Grahame, en el jugoso rol de esposa del guionista, por el que ganó un Óscar a mejor actriz secundaria.
Un disfrute de película en la que todos los personajes, como si fuesen planetas, tienen su momento, girando alrededor del Sol, Jonathan Shields.
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