Hay mucho Welles después de Ciudadano Kane. Múltiples películas engrosaron su filmografía, la mayoría inacabadas, o abandonadas en distintas fases de su desarrollo por falta de financiación.
Vamos a rescatar cuatro de ellas.
EL CUARTO MANDAMIENTO, 1942

En justicia éste podía haber sido el momento de lucimiento de Orson Welles. Una película de época basada en una novela ganadora del premio Pulitzer. Un guión escrito por él mismo, que retrata la decadencia de la familia Amberson. Y una historia de amor imposible entre dos personajes separados por sucesivos desencuentros.
Welles rodó largos planos secuencia, usando la luz para aportar estados de ánimo a sus escenas, depurando, en definitiva el sello Welles.
En realidad nunca sabremos cómo era el filme original, ya que la RKO eliminó metraje, y cambió la parte final. Sin embargo, ésto no evitó el fracaso en taquilla, y la rescisión del contrato de Welles.
Aún así, hay quien sitúa El cuarto mandamiento en el top de su filmografía, por encima de Ciudadano Kane, una idea descabellada me temo.
LA DAMA DE SHANGHAI, 1947

Si alguien podía ganarse el corazón del mito erótico del momento, Rita Hayworth, ése era Orson Welles. Sólo necesitó una cosa, proponérselo. Su personalidad arrolladora, y una seguridad en sí mismo subyugante, hicieron el resto. Ella cayó hipnotizada a sus pies.
Formaron un matrimonio breve, que no comió demasiadas perdices. Afortunadamente nos queda su unión cinematográfica, La Dama de Shanghai.
Rita Hayworth era una estrella en ascenso, él todo lo contrario. Sin embargo, una vez más, Welles demostró que no estaba dispuesto a hacer más que lo que le viniera en gana, facturando uno de los filmes más originales del cine negro.
Un viaje alucinado que se narra en primera persona. Un trío imposible devorándose mutuamente, enloquecido por el olor a dinero que emana del matrimonio Bannister. Y esa escena final de los espejos, que parece que nos habla de ellos mismos, de su ruptura y su tragedia.
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