
(Imagen: Imdb)
LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, Gone with the wind, 1939, Victor Fleming
Lo que el viento se llevó ha cumplido ochenta años conservando intacto todo su aroma de clásico intemporal.
Con una puesta en escena majestuosa, en su arranque nos permite asomarnos al Sur de Estados Unidos justo antes de que la Guerra Civil norteamericana borre de un plumazo ese mundo de señores y esclavos que en la película luce idílico pero muy alejado de la cruel realidad.
BUSCANDO A ESCARLATA O´HARA
La búsqueda de la Escarlata O´Hara perfecta llevó su tiempo. Aunque todas las actrices de Hollywood se presentaron para el papel, la elegida fue la británica Vivien Leigh, que una vez caracterizada parecía nacida en una plantación de Georgia.
Leigh se apodera del personaje traspasando la pantalla con esa mezcla de fragilidad, fiereza y desparpajo. Escarlata es una mujer sorprendentemente moderna para su época, fuerte, decidida, e independiente, reunía todas las cualidades atribuidas habitualmente al hombre.
El productor David O. Selznick tenía claro que el protagonista masculino sería Clark Gable, metido en la piel de un Rhett Butler que tampoco andaba falto de carácter, de ahí el choque de trenes que se produce cuando ambos se conocen.
PERSONAJES INVOLVIDABLES
Escarlata O ´Hara es el corazón de la película, pero el resto de actores consiguen dar alma y textura a un filme repleto de personajes inolvidables.
Jamás hubo un héroe tan canalla como Rhett Butler. Nunca se conoció un tercero en discordia con tanta horchata en las venas como Ashley Wilkes (Leslie Howard). Tampoco habrá niñera más entrañable que Mammie (Hattie Mc Daniel), ni criada más inútil que Prissy (Buterfly McQueen). Y no nos olvidemos de Melania Hamilton (Olivia de Havilland) , una fuente inagotable de bondad recalcitrante.
Ochenta años después Lo que el viento se llevó sigue valiendo su peso en oro.
(Más cine clásico: Pinchad aquí )