
(Imagen: escena de la película Dos en la carretera, 20th Century Fox)
DOS EN LA CARRETERA, Two for the road, Stanley Donen, 1967
Stanley Donen preparó en 1967 un cocktail perfecto bautizado con el nombre de Dos en la carretera. Para ello agitó con fuerza los elementos de una road movie cargada de romanticismo, sabiamente aligerada con cierta dosis de desamor.
Por supuesto, Donen se encargó de presentarlo al espectador con ese toque de originalidad marca de la casa, y envuelto para regalo en la maravillosa banda sonora de Henry Mancini.
HEPBURN Y FINNEY, ANTES Y DESPUÉS DEL SÍ QUIERO
Donen tenía en sus manos un guión brillante, escrito por Frederic Raphael, y era vital encontrar la pareja perfecta que pudiese sostener nada más y nada menos que toda la película. Sus cómplices en pantalla fueron Audrey Hepburn y Albert Finney, transmutados en Joanna y Marc Wallace.
Ambos nos llevan de vacaciones a Francia, en un bucle temporal de viajes por carretera. Se van alternando distintos momentos de su relación, antes y después del sí quiero. Se suceden los saltos en el tiempo, sin orden cronológico. Van evolucionando los vehículos, sus estilismos, los temas de conversación, y especialmente, ellos mismos.
RADIOGRAFÍA DE LA VIDA EN PAREJA
Gracias a su química, Joanna y Marc nos sumergen en otra dimensión del universo de la pareja, el matrimonio. En este filme agridulce, encontramos una historia de amor despojada del caramelo habitual de la comedia romántica al uso.
Dos en la carretera es una propuesta inteligente, realista y madura repleta de diálogos chispeantes y llenos de verdad. Un fresco que muestra todos los estados de ánimo por los que puede transitar una relación.
El resultado es una radiografía certera de la vida en pareja, que conserva intacta su vigencia, a pesar del tiempo transcurrido.
(Más películas de Stanley Donen en este Blog: Pinchad aquí)