
(Imagen: Filmaffinity)
DRIVE, Nicholas Winding Refn, 2011
Ryan Gosling acumula una larga carrera que comenzó en televisión y siguió en el cine donde se ha prodigado en todos los géneros, sin hacerle ascos a los títulos independientes. El canadiense se hizo mundialmente conocido gracias al drama romántico El Diario de Noa en 2004. Sin menospreciar su vuelta a los altares como galán romántico gracias a La, la, Land (2016), me parece muy interesante en su trayectoria la añada de 2011 cuando estrenó “Crazy, Stupid Love”,” Los idus de marzo” y el filme que nos ocupa, “Drive”
RYAN GOSLIN Y SU ESCORPIÓN
Lo que sabemos de este héroe es que trabaja en el taller de reparación de coches de Shannon, (Bryan Cranston como siempre fabuloso) a la vez que realiza trabajos como especialista de cine en escenas de acción. Por otro lado, completa su currículum ofreciendo sus servicios como conductor en atracos con unas condiciones muy específicas. Esta es la única información que obtendréis de esta joyita de personaje oscuro y enigmático.
En Drive, Ryan Gosling se enfunda en una cazadora que luce un escorpión a la espalda para interpretar a un hombre sin nombre y sin pasado que parece funcionar como un autómata hasta que conoce a su nueva vecina Irene (Carey Mulligan) y a su hijo. Los dos sienten una atracción mutua que se verá truncada cuando el marido de ella (Óscar Isaac) salga de la cárcel. Un atraco y un par de mafiosos judíos de Los Ángeles amenazarán la vida de todos los personajes.
NICHOLAS WIDING REFN
El director danés Nicholas Widing Refn se empeña en convertir al héroe romántico en un tipo duro envuelto en un halo de misterio, lo que hace que el espectador tenga más información de cualquiera de los personajes secundarios que le acompañan. Widing Refn rueda escenas de extrema violencia con una puesta en escena preciosista, a cámara lenta y con música electrónica que le dan a algunos momentos del filme apariencia de videoclip.