
LA JUNGLA DE ASFALTO, The asphalt jungle, John Huston, 1950
Se cumplen setenta años del estreno de La jungla de asfalto. Adaptación del libro de W.R Burnett, contó como director con John Huston , un tipo duro curtido en el cine negro gracias a títulos como El halcón maltés o Cayo largo (ambas con el actor que representó la quintaesencia del noir estadounidense, Humprhey Bogart).
LOS SECUNDARIOS TIENEN UN PLAN
Al contrario que otros títulos que se centran en un protagonista absoluto, La jungla de asfalto es un filme coral, en el que personajes habitualmente secundarios van ganándose a pulso su lugar en la trama.
El motor de la película es el doctor Riendenschneider (San Jaffe), un tipo curioso que acaba de salir de la cárcel. Su reputación de cerebro criminal le precede abriéndole las puertas de los bajos fondos de par en par.
Su plan de robar una joyería y el aroma del jugoso botín van atrayendo socios como abejas a la miel. Entre ellos Dix un pistolero hosco obsesionado con las carreras de caballos (Sterling Hayden). Gus (James Whitmore), un conductor que regenta un bar sin clientes. Y por supuesto un especialista en abrir cajas fuertes (Anthony Caruso). En contraste con estos seres marginales también se apunta al plan Alonzo Emmerich (Louis Calhern) un prestigioso abogado, aparentemente millonario pero menos de fiar que los propios convictos.
MARILYN MONROE Y JEAN HAGEN
Causa sorpresa descubrir en el reparto femenino a una jovencísima Marilyn Monroe en uno de sus papeles más turbios. O a Jean Hagen, esa actriz que recordamos como Lina Lamont en Cantando bajo la lluvia, aquí en un rol de gran carga dramática.
La jungla de asfalto también confronta la corrupción y la sordidez de un ambiente urbano malsano, con la pureza sanadora del campo a través del personaje de Dix. Ese granjero frustrado, un perdedor nato que sueña con caballos y cuya huida en busca de su antigua granja, dota al filme de unos bellos planos finales.
Cine negro de altura.