
(Imagen promocional de la película Rtve.es)
INTEMPERIE, Benito Zambrano, 2019
Benito Zambrano ya había demostrado ser un fiel observador de la sociedad española en sus filmes anteriores. Si bien en Solas (1999) y La voz dormida (2011) se decantaba por el punto de vista femenino, con Intemperie cambia de tercio para adentrarnos en una historia cargada de testosterona.
NOVELA DE JESÚS CARRASCO
Adaptación de la exitosa novela de Jesús Carrasco, la película sitúa la trama en la Andalucía de posguerra.
El protagonista es un niño (Jaime López), quien por razones que se intuyen escapa de la casa del capataz de la zona, un cacique que posee todas las tierras. En su desesperada huida a través de los parajes yermos y desconocidos que le rodean se cruza en su camino un solitario pastor que le salva la vida.
Mientras el capataz y sus secuaces lo someten a una persecución implacable, el niño encuentra en el cabrero una referencia masculina íntegra, incluso una figura paterna con la que emprende un viaje hacia la madurez.
WESTERN IBÉRICO
Entorno a Luis Tosar, que interpreta el papel de pastor con su solvencia habitual, Benito Zambrano reúne a un ramillete de actores habitualmente secundarios que una vez más demuestran su calidad actoral.
Luis Callejo es el pérfido tirano que oprime la comarca. Dueño y señor de todo y todos los que le rodean, se erige en una divinidad más que en autoridad terrenal. Vicente Romero y Kandido Uranga le dan apoyo en la persecución despiadada del muchacho, actuando como villanos “del Oeste”
Toda la acción sucede a la intemperie, como se desprende del título, donde el tono árido del paisaje que les rodea impregna también a unos personajes descarnados y abandonados a su suerte en una tierra sin ley. Una ambientación que hace inevitable que la película evoque en el espectador el género del western, aunque sea ibérico.