
Imagen: Escena Up (Imdb)
UP, Peter Docter y Bob Peterson, 2009
Para aclararlo cuanto antes, Up es una auténtica maravilla. Que no os engañe su envoltorio de película de animación apta para todos los públicos. Up, como una muñeca rusa, es mucho más.
Comienza con una historia de amor condensada en los primeros quince minutos. La de Carl y Ellie, una pareja normal. Con su sencillo día a día vendiendo globos logran conmover al espectador, que se encuentra con un nudo en la garganta cuando apenas acaba de sentarse.
Después de esa presentación intensa, y tras una elipsis gloriosa, Carl se ha convertido en el anciano y desolado viudo Señor Fredricksen. Y aquí comienza otra película.
La productora Disney-Pixar tiene el valor de adentrarse en un terreno del que el cine huye despavorido: la vejez. Esa etapa cuyo negro horizonte parece ser una lóbrega residencia de ancianos que Carl quiere evitar a toda costa.
RUMBO A LAS CATARATAS PARAÍSO
Carl Fredricksen, siente que aún tiene sueños por cumplir. Este anciano huraño y reservado guarda un as en la manga, un último acto de rebeldía que perpetra con la ayuda de miles de globos de colores que le servirán para escapar, cual Principito y su bandada de pájaros salvajes. El resultado es una escena llena de poesía, en la que su casa se eleva por el aire rumbo a las Cataratas Paraíso, su último homenaje a Ellie.
Y de nuevo aquí, empieza otra película. Una de aventuras, en la que no estará solo. Le acompañarán Russell, un boy scout curioso y parlanchín que será su mayor quebradero de cabeza. Un extraño pájaro llamado Kevin. Perros que hablan (por si no fuese suficiente con Russell). Y un explorador que devolverá al Señor Fredricksen a su infancia.
Up es una fábula para adultos, un cuento para niños, y una maravilla para todas las edades.
(Más cine de animación en este Blog, pincha aquí)